Cuando la vida se vuelve loca ...
Cuando nos hemos centrado en todo menos en los demás ...
o, la mayoría de las veces,
Cuando simplemente quiero escucharlo decir estas palabras ...
Tengo esta cosita que le digo a mi esposo:
Yo: ¿Me amas?
Tom: ¡Sí!
Yo: ¿Cuánto?
Tom: Toneladas y toneladas !!!
Yo: ¿Estás seguro?
Tom: Sí, "Wolfie", ¡toneladas y toneladas!
Sonrío ... él se ríe ... y así sigue.
Es tan simple… pero es un ritual que alimenta mi alma. Incluso después de 22 años juntos, una buena dosis de amor y tranquilidad ¿Le hace bien el corazón a esta chica?
Creo que Jesús debe sentir lo mismo.
¡Creo que le encanta escucharnos decirle cuánto lo amamos!
Y en el ámbito espiritual ... son primero nuestras palabras ... y luego nuestras acciones las que muestran que nuestras palabras son verdaderas.
Tal como sucede con Tom y yo ...
Si sus acciones como esposo no coincidieran con esas palabras de cariño, probablemente me preguntaría acerca de su sinceridad.
En Juan 21 - Pedro había negado a Cristo - entonces Jesús le preguntó 3 veces,
Peter, me amas ...
Cada vez que respondió ... Sí Señor ... sabes que lo hago.
Luego viene la parte B de esta conversación.
Jesús responde a cada profesión de amor con una acción que quiere que Pedro emprenda ...
Apacienta mis corderos.
Cuida de mis ovejas.
Alimenta a mis ovejas.
Y al final le da a Peter su última "tarea", "Sígueme".
Palabras de amor ... seguidas de acción constante ... la clave del amor bien dado Y bien recibido.
Entonces, aquí está la pregunta del millón de dólares:
¿Cómo le está diciendo - y mostrando - al Señor que lo ama?
Si tomamos el ejemplo de Juan 21, parece que lo que más quiere ver, después de que le entregamos nuestro corazón, es una vida que se entrega a la asignación específica que tiene para nosotros.
Y no cualquier propósito, ¡sino tu propósito!
(¡Oh, sí ... lea el resto del capítulo en Juan 21 y vea lo que Jesús le dice a Pedro cuando comienza a preocuparse por la asignación de Juan versus lo que Dios le acababa de pedir!?!)
¿Podría ser que vivir de acuerdo con TU propósito es una de las demostraciones más claras de amor que puedes darle a Dios?
Si está listo… podemos ayudarlo.
Consulte nuestro cuaderno de ejercicios de 40 días: Identidad y destino: 7 pasos hacia un propósito.
¡Ponerse en marcha! ¿No es hora de decirle "te amo" a Dios con tus acciones y no solo con tus palabras?
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