Esperar

Espera en el SEÑOR

DEVOCIONAL SEMANAL POR PATRICE TSAGUE

¿Siempre tienes prisa?
¿Por qué tienes prisa?
¿Qué significa esperar en el SEÑOR?

Pero los que esperan en el Señor
renovarán sus fuerzas;
Remontarán con alas como las águilas,
Correrán y no se cansarán, 
Caminarán y no se fatigarán.
Isaías 40:31 (NKJV)

Espera en el SEÑOR

¿Alguna vez ha recibido una multa por exceso de velocidad porque estaba tratando de llegar a algún lugar con prisa? Antes de la era de la vigilancia electrónica, las multas por exceso de velocidad implicaban una demora de entre 30 minutos y una hora adicionales debido al tiempo que tardaba el agente de policía en completar los trámites necesarios. Para quienes hemos pasado por esto, siempre parecía que el agente de policía no tenía ninguna prisa en liberarte para que pudieras llegar a tu destino a tiempo. 

Como tenías prisa por llegar a algún lugar, no respetar el límite de velocidad no solo te costó dinero y te dedujo puntos de tu licencia de conducir, sino que también hizo que llegaras incluso más tarde. La velocidad no siempre es la forma más rápida de llegar a destino. ¡A veces, esperar nos lleva más rápido!

Esperar no es algo precisamente común característica entre los emprendedores – especialmente para aquellos que están experimentando un nivel de éxito financiero. Hay un dicho común en el mercado que dice que debido a que el tiempo es dinero, debemos apresurarnos en todo lo que hacemos. En realidad, no hay promesas en las Escrituras para los que se apresuran.

La velocidad y la prisa generan impaciencia y descontento. Haga una pausa, respire hondo y pregúntese: ¿por qué se apresura? ¿Cuál es la urgencia? ¿Qué pasará si las cosas no suceden cuando tú quieres? Muchas veces, persuadidos por promesas vacías, tenemos prisa por no llegar a ninguna parte. Esperar es una virtud. Esperar tiene recompensas claras: genera paciencia, satisfacción y un carácter sólido.

¿Qué significa esperar en el Señor? Significa reconocer tus limitaciones. Esperar en el SEÑOR implica distinguir entre tu ritmo y el ritmo de Dios, y luego estar contento de realinearte con el ritmo de Dios, independientemente de las circunstancias o las consecuencias percibidas. Esperar en el Señor significa rendirse completamente a la voluntad de Dios para tu vida en cada situación que enfrentes. 

Significa comprometerse incondicionalmente a nunca comprometer los principios de Dios para lograr sus objetivos. Significa depender únicamente de Dios para todo lo que buscas lograr, en lugar de intentar apresuradamente tener éxito o alcanzar tus objetivos con tus propias fuerzas y tiempo. Significa aguantar y perseverar bajo presión y resistencia. Significa respetar el límite de velocidad, aunque al hacerlo corre el riesgo de llegar tarde a su reunión.

Esperar en el Señor no es fácil, porque mientras espera, las facturas vencen, el tiempo corre, sus competidores ganan terreno, la ventana de oportunidad parece cerrarse y otros parecen correr delante de usted. Parece como si mientras esperas, estás perdiendo terreno. 

Sin embargo, esto es solo una percepción y no la realidad. Es un truco del enemigo para hacer que te apresures, recibas multas por exceso de velocidad y otras sanciones, o tengas un accidente. La prisa nos saca del tiempo de Dios, y por lo tanto, de Su voluntad. 

¿Qué pasó la última vez que te apresuraste? ¿Cumpliste tus objetivos? Obtuviste lo que querias? Probablemente no. La prisa siempre nos mete en problemas, pero esperar en el Señor produce recompensas garantizadas.

Según Isaías 40:31, hay cuatro beneficios de esperar en el Señor:

  1. tu fuerza será renovada – La resiliencia es esencial para el éxito. Esperar en el SEÑOR aumenta tu energía interna y tus virtudes espirituales, lo que a su vez aumenta tu fortaleza.
  2. Montarás con alas como las águilas – Para lograr tus objetivos no solo se necesita fuerza, sino también la capacidad de superar todos los obstáculos y obstáculos. ¡Esperar en el SEÑOR te da alas para volar!
  3. Correrás y no te cansarás – La energía es otro elemento clave para el éxito. Esperar en el Señor nos permite funcionar a la velocidad adecuada, la velocidad de Dios, sin cansarnos.
  4. Caminarás y no desmayarás – La claridad es otra clave del éxito. La capacidad de seguir adelante a un ritmo constante, sin adelantarse ni quedarse atrás, y sin perder el enfoque, se adquiere mientras espera en el Señor.

Por supuesto, esperar en el Señor no significa no hacer nada, sino más bien significa crecer. No es estar inactivo, sino ser proactivo de la manera correcta, en el momento correcto, mientras se hacen las cosas correctas. Aunque puede que no produzca recompensas externas inmediatas, la espera garantiza que nos centremos en las victorias privadas internas que crearán una base segura para futuras victorias públicas.   

Mientras esperamos en el SEÑOR, a menudo puede parecer que todos los demás están avanzando y que nosotros nos quedamos atrás. Sin embargo, siga esperando, porque a su debido tiempo, sus acciones producirán resultados sobrenaturales, sin mucho esfuerzo de su parte.  Tu espera producirá fuerza interna, la capacidad de elevarte y energía sobrenatural con el enfoque correcto. 

Esperar en el Señor es la clave para el éxito sostenido de cualquier Negocio del reino. La alternativa es desastrosa y peligrosa. Así que adelante, disminuya la velocidad, quédese quieto y espere en el Señor.

Mi oración por usted es que Dios le dé la gracia y la fuerza para esperar en Él hasta que Él le revele Sus estrategias perfectas para su vida y su negocio. 

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