Pivot

Ajuste de su estrategia debido a un pivote

DEVOCIONAL SEMANAL POR PATRICE TSAGUE

¿Has hecho un pivote? 
¿Has actualizado tu plan estratégico?
¿Su plan estratégico refleja su pivote? 

“¿Quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?”  Lucas 14:28 (NKJV)

En el camino de la fe y el liderazgo, pocas etapas son tan decisivas como el momento en que nos damos cuenta de que es necesario un cambio radical. Como compartimos la semana pasada, cambiar radicalmente no es simplemente un recurso cuando nuestros planes fracasan; a menudo es la manera en que Dios nos guía hacia algo mejor de lo que imaginábamos. Lo que parece incertidumbre puede ser una redirección divina. Las Escrituras están llenas de historias de cambios radicales —Moisés, Noemí, María y José, Pablo— todos redirigidos por Dios hacia su llamado final.

Cuando Dios permite o inicia un giro, nuestra respuesta no debe ser pánico o miedo, sino alineación estratégicaUn cambio ordenado por Dios requiere no sólo un cambio de dirección, sino una reevaluación de cómo operamos.

Aquí están seis pasos para guiar para que puedas ajustar tu estrategia con sabiduría y fidelidad en medio de un pivote:

  1. Objetivos estratégicos
    Antes de realizar ajustes a su estrategia, pregúntese: ¿Qué es lo que pretendemos conseguir en definitiva con esta nueva dirección? Realinee sus metas a largo plazo con el propósito revelado de Dios en esta época de cambio. El cambio puede ajustar su "cómo", pero el "por qué" Debe seguir siendo claro y convincente.
  2. Objetivos inteligentes
    Convierte tus objetivos estratégicos en Específico, Medible, Alcanzable, Relevante y Con límite de tiempo Objetivos. Los objetivos SMART anclan su pivote en la realidad y proporcionan una hoja de ruta práctica para la implementación.
  3. Evalúe su FODA
    Un pivote debe estar arraigado en la verdad. Revisa tu Fortalezas, Debilidades, Oportunidades y Amenazas desde una nueva perspectiva, asegurándose de tener en cuenta cualquier cambio en los objetivos generales.
  4. Aclare su misión
    En medio de la redirección, su misión es su brújula. Reafírmela o refínela. ¿Su organización sigue haciendo lo que fue llamada a hacer, solo que de una manera nueva? Su cambio de rumbo debe realzar, no oscurecer, su misión.
  5. Desarrolla tus valores fundamentales
    Cuando todo cambia, tus valores siguen siendo el ancla. Aprovecha tu cambio como una oportunidad para fortalecer tu identidad organizacional. ¿Cuáles son los puntos clave que guían no solo lo que haces, sino también cómo lo haces? Deja que tus valores fundamentales guíen cada decisión durante tu transición.
  6. Desarrolle su ventaja competitiva
    ¿Qué te distingue ahora en esta nueva dirección? Reevalúa tus factores diferenciadores a la luz del cambio. Tu fortaleza podría residir en la innovación, tu gente, la experiencia del cliente, tu cultura basada en la fe o una combinación de estos. Identifica tu ventaja competitiva y comunícala con claridad.
  7. Aclara tu visión
    La visión guía tu cambio. ¿En qué te estás convirtiendo? ¿Adónde vas? Al cambiar, debes reimaginar el futuro al que Dios te llama. Una visión da esperanza a tus colaboradores, unidad a tu equipo y propósito a tu misión. Revisa tu visión original y permite que Dios la refine para el futuro.

El cambio que estás enfrentando puede parecer un revés, pero en realidad puede ser un plan de Dios. No solo ajustes tu rumbo, ajusta tu... estrategia, su metas, su la perspectiva, Y su postura de feCon Dios al mando, cada redirección tiene un propósito divino.

Mi oración por ti es que el Señor te dé claridad, valentía y convicción al navegar este cambio. Que te ayude a caminar en armonía con su voluntad, a guiarte con sabiduría y a administrar esta nueva etapa con excelencia. Que tu estrategia lo honre, tus valores lo reflejen y tus resultados lo glorifiquen.

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